Para enfrentar los desafíos del 2018 y del futuro de México y de Puebla, el Partido Revolucionario Institucional, está en un profundo proceso de reflexión. La Convocatoria del CEN para la realización de la XXII Asamblea del Partido es una convocatoria a la revisión crítica y autocrítica de su vida interna y de la relación con la sociedad, así como a la propuesta sobre el ¿qué hacer? A ella acudiremos con determinación de cambio y vocación democrática.
Al mismo tiempo, el Movimiento Decisión Puebla 18 asume, de manera activa e incluyente, los nuevos retos que imponen el pluralismo, la alternancia y la competencia política, como elementos constitutivos de la democracia. En Puebla enfrentamos el mayor desafío en la historia del partido: encabezar un proyecto y ruta programática para la defensa de las causas sociales y construir las condiciones para el ejercicio efectivo de los derechos y el bienestar generalizado y perdurable. Esta es la exigencia de los poblanos de todos los sectores que están demandando que los partidos no sean solo instrumentos de ascenso al poder de unos cuantos, sino instrumentos eficaces del bienestar, la igualdad, la seguridad y la justicia.
¿Qué ha pasado en la Puebla de hoy?
I.-En primer lugar, en la alternancia, se erigió un régimen que en aras de la eficacia termino marcado con rasgos autoritarios; en sus propias filas provocó rupturas y lastimó la dignidad de muchos de los que protagonizaron el cambio. No se trata de desconocer por desconocer lo realizado; lo cierto es que la conducción de la administración y de las políticas públicas apostó casi todo a la zona metropolitana, dejando al margen al resto de las regiones. A la vez que la acumulación desproporcionada de la deuda condiciona, gravemente, el desarrollo futuro del estado, incluso la capacidad de gestión del actual gobierno. La seguridad pública alcanzo niveles de riesgo a la vida y patrimonio de las personas, a la vez que se ha expandido el crimen organizado vinculado al robo de combustible.
La realidad es que se percibe en la ciudadanía, un sentimiento de incertidumbre, inconformidad y exigencia por la falta de soluciones a su agenda de preocupaciones en las colonias y en las comunidades, entre los jóvenes y las mujeres, en los ámbitos de la empresa, los trabajadores y la academia. De hecho, el actual Gobierno se percibe condicionado y su capacidad de gestión y de recreación de las políticas está, ante la sociedad, en un periodo de prueba. Es la hora de la concurrencia ordenada y coordinada de los tres órdenes de gobierno y de la participación genuina de todos los sectores en la toma de decisiones y en el despliegue de la agenda que les es propia a su trabajo, su empresa, su comunidad o su familia.
Las reformas emprendidas por el Presidente Enrique Peña Nieto han implicado un enorme esfuerzo institucional. Después de tentativas incompletas se ha dado un primer y fundamental paso. Ahora es imperativo que en cada Entidad hagamos el esfuerzo propio de articulación, organización, capacitación, ejecución de programas, proyectos y obras.
Es tiempo de reconocer que los problemas de Puebla, tiene orígenes complejos múltiples y una naturaleza estructural que no es posible enfrentar con acciones epidérmicas o políticas que tengan puesta la mira en la rentabilidad política de corto plazo. La visión de Octavio Paz sobre los dos México, se continúa reflejando claramente en nuestra Puebla de hoy: una Puebla relativamente desarrollada y moderna, y otra tradicional y con altos niveles de pobreza. Es tiempo de abordar nuestros desafíos y contradicciones con entereza, de frente, con rigor técnico y con las herramientas de la innovación y la ciencia y, asimismo, con sensibilidad y humildad para entender la densa diversidad social, cultural y regional de nuestro estado.
Tiempo también de reconocer que solo a través de un nuevo acuerdo social, construido por todas y todos; de un Nuevo Proyecto para Puebla consensuado democráticamente entre el Estado, los partidos y la sociedad, toda; será posible acometer un desafío como el que hoy tenemos a la luz del pasado, el presente y futuro de Puebla.
II.-En los Partidos, además de los efectos devastadores de la contra propaganda que dividió y confundió a cuadros y militantes; gradualmente se fue extendiendo un sentimiento de abandono y pasividad. En el caso del PRI se fueron perdiendo posiciones, entre los poblanos surgió la duda sobre nuestras posibilidades de triunfo y nuestros propios correligionarios, se asumieron marginados y desvinculados del proyecto. Ahora estamos ante escenarios de migración a otros partidos o simplemente de abandono de la lucha política que hemos enarbolado.
La ciudadanía, los militantes, los simpatizantes, reclaman, justamente, participar en la toma de decisiones, ser escuchados y tomados en cuenta, elegir a sus abanderados y confeccionar las banderas de su lucha política y las causas por las cuales sí se comprometen, participan y votan.
III.- En el mundo de hoy todo los partidos políticos, viven una severa crisis de representación y respaldo social, por la sencilla razón que la gente no percibe a los candidatos y a los programas de campaña como parte de ellos, los siente ajenos, las causas que abanderan usualmente no son las suyas y, por lo mismo, las desestiman. En fin, la gente no se siente tomada en cuenta ni comprometida con las decisiones de las burocracias partidistas. De ahí el surgimiento de las candidaturas independientes, y de las múltiples formas de organización y participación social y ciudadana que buscan incidir en la construcción de un mejor destino. Hoy las decisiones verticales de antaño parecen condenadas al fracaso, igual que las plataformas electorales que no precisen con claridad los problemas y reflejen los anhelos que mueven a la gente en su vida cotidiana y en sus determinaciones públicas.
Por ello, debemos de leer con atención y aprender de la reflexión que se está dando en los medios de comunicación, entre los campesinos, los jóvenes, los empresarios, los técnicos, científicos y académicos. El mensaje reiterado y crítico de la sociedad respecto de los partidos, las instituciones, y los gobernantes, requieren encontrar entre los poblanos respuestas lúcidas y genuinas en el campo de las ideas, en el de las políticas públicas, en las soluciones programáticas, en la concepción y práctica de la política.
Estas tres razones están en el origen y sentido del Movimiento Decisión Puebla 18; no es una tentativa más de acceso al poder por el poder. Es un Movimiento que se propone contribuir a transformar radicalmente las estructuras económicas y sociales de Puebla para que las reformas nacionales se traduzcan en bienestar generalizado y perdurable, en seguridad para el patrimonio de la vida de las personas y las familias y en justicia y dignidad para todos.
El instrumento para el cambio es un Partido renovado capaz de recuperar la conducción de las instituciones del estado a través de la democracia interna y de la movilización social y ciudadana. El Movimiento surge de la lucha y el trabajo de los militantes de base que pese a todo siguen teniendo en el PRI al mejor aliado de sus causas; el Movimiento que nace de la exigencia de la gente joven para que el PRI haga suyas sus preocupaciones y, en el gobierno, construya oportunidades reales y duraderas. Pero también es un Movimiento que nace de la fuerza y convicción de que es posible construir un Partido que responda a lo que interesa a los poblanos que abra sus puertas con generosidad a empresarios, clases medias, trabajadores, que sea un instrumento para la reflexión rigurosa y la acción eficaz. El Movimiento nace de la fuerza y convicción de todos y cada uno de los poblanos que quieren ser tomados en cuenta; el Movimiento nace de la fuerza y convicción de cada causa social que no encuentra respuesta; el Movimiento surge de la fuerza y convicción de cada poblano que ama a su tierra y está dispuesto a comprometerse y dar lo mejor de sí para su engrandecimiento y progreso.
El primer gran paso en esta renovación es impulsar la democratización del PRI de Puebla. Democratizar es movilizar, significa nutrir al PRI con la energía, con la pasión, con la participación de todos los poblanos que ya decidieron aportar sus esfuerzos y sus sueños para el progreso de nuestra tierra. Democratizar significa retomar la raíz política de nuestra lucha y de nuestro partido: identificar y defender las auténticas causas sociales de los poblanos de este nuevo milenio. La sociedad poblana ya cambió, sus causas se han multiplicado y diversificado en un mundo cada vez más globalizado y competitivo. Por ello es preciso que el PRI vuelva a la sociedad, regrese con la gente para nutrirse de su energía y abandere sus causas. Esta es la decisión de los que integramos el Movimiento: escuchar, representar y defender las nuevas causas de los poblanos de este nuevo milenio en la lucha política del 2018. Este es el propósito del Movimiento Decisión Puebla 18.
En consecuencia el Movimiento Decisión Puebla 18 se ha planteado dos tareas programáticas iniciales:
Primero: Promover la Consulta Abierta para la elección del candidato a Gobernador del PRI.
Que todos los poblanos elijan a quien los representará como Candidato a Gobernador en las elecciones del 2018. Así, el PRI se movilizará y se escuchará a los poblanos en cada rincón del estado y en todo el país con más de 500 mil firmas de poblanos que ya tomaron la decisión de luchar con determinación por sus afanes y el futuro de Puebla. Tenemos la madurez y la cultura política para que este ejercicio fortalezca la unidad y la cohesión interna y, a la vez, se convierta en un instrumento de genuina transformación económica y social
Segundo: Construir un Proyecto para Puebla
Se trata de un Nuevo Acuerdo Social. El único camino para dar sentido a la política rumbo al 2018 es escuchar y representar las causas de los poblanos de hoy. Por ello, la otra tarea sustantiva del Movimiento es dialogar de manera franca con los poblanos para entre todos definir la plataforma de lucha en el cambio institucional de los poderes de Puebla.
La pobreza, el empleo, la inseguridad y la defensa de nuestros recursos naturales, son problemas que se han convertido en causas nacionales que en pleno Siglo XXI mueven a los ciudadanos a participar, a hacer, a pelear por ello. Han pasado de ser litigio a ser principio, y llegarán a ser fundamento de doctrina. Se trata de la agenda social imponiéndose al cuerpo de ideas de esta vía que ha de recoger las preocupaciones hasta hacer del PRI un partido de causas.
Para lograrlo, el Movimiento Decisión Puebla 18 organizará 500 encuentros con 500 agrupaciones, sectores, segmentos y comunidades poblanas para incorporar sus causas, sus sueños y sus propuestas a la bandera que defenderá y llevará a la victoria al PRI el año próximo. El origen del PRI es la lucha por las causas sociales, el Movimiento Decisión Puebla 18 se reconoce en ese ADN, por ello es un grito social y político que sabe que el único camino que le da sentido a la lucha política y que representa la única estrategia para conquistar el triunfo, es el de ser un partido de causas sociales. El PRI se debe a la gente y sólo la gente lo puede redimir al frente de las instituciones.
El Movimiento ya tomó su decisión.
El Movimiento Decisión Puebla 18 va por 500 mil firmas más una, para impulsar una Consulta Abierta a las bases para elegir al Candidato del PRI al Gobierno del Estado de Puebla en el 2018.
El Movimiento Decisión Puebla 18 va por 500 encuentros con la sociedad para configurar la plataforma política en la que sí se reconozcan los poblanos de hoy.
El Movimiento Decisión Puebla 18 quiere que el PRI sea el partido de las causas.
El Movimiento Decisión Puebla 18 es la única opción que, con seriedad y método, se propone que la gente vuelva a creer y hacer de la política, un instrumento de cambio, una auténtica y real alternativa de gobierno de y para los poblanos.
El Movimiento Decisión Puebla 18, con apego a una nueva ética política, llevará a los poblanos y poblanas de buena fe a la victoria en el 2018.
Al Movimiento Decisión Puebla 18, ya no lo para nadie porque representa el nuevo ánimo social de los poblanos.